Juicio Guerrieri II: La declaración de Jaime Dri
“Tendrían que estar acá muchos otros acusados” Sobreviviente de la dictadura de la Esma y Quinta de Funes, Dri dio su testimonio por videoconferencia en el juicio contra la patota del Batallón 121 del Ejército. El único sobreviviente de la Quinta de Funes, Jaime Dri, declaró el pasado 3 de octubre, en una nueva audiencia del juicio por la causa Guerrieri II, en la cual identificó a nueve de los doce imputados ante el Tribunal Oral Federal 1 de Rosario. “Tendrían que estar acá muchos otros acusados, como los miembros de la jerarquía eclesiástica y de empresas”, reclamó el testigo.
Jaime Dri fue secuestrado en Uruguay, el 15 de diciembre de 1977, y luego trasladado a la Esma, en Buenos Aires. Allí lo recibió el Tigre Acosta quien le anunció su traslado a Rosario. En Quinta de Funes, donde se estaba preparando la Operación México –a través de la cual los represores planeaban el asesinato de los miembros de la cúpula de Montoneros–, con asilo político en ese país, lo esperaba el “Barba”. En su testimonio, realizado a través de una videoconferencia desde la embajada argentina en Panamá, Dri identificó a los imputados y los vinculó con sus nombres de guerra: "Jorge era Pascual Guerrieri, Sebastián era Jorge Fariña, Daniel era Daniel Amelong, Sergio II era Walter Pagano, y el Tucu era Eduardo Costanzo".
Posteriormente, el fiscal Gonzalo Stara solicitó que se le exhiban los imputados presentes en la sala. Así, mientras desfilaban ante la cámara que filma el juicio, identificó a Armando Pelliza como alguien que usaba el alias Armando; a Carlos Sfulcini, como Pancuca o Carlitos; a Juan Andrés Cabrera, como Barba; y a Ariel Porra como Puma. Por la baja calidad de las imágenes, a los imputados Marino González y Joaquín Gurrera no los pudo individualizar. En su declaración, el ex militante de la organización Montoneros se refirió a Leopoldo Galtieri.
“Cuando había que decidir si Tucho (Valenzuela) iba a México o no, vino Galtieri en persona. Fue una entrevista corta la que tuvo conmigo, me dijo que no me hiciera problemas que no quería más pérdidas, como que no me iba a matar”, dijo. “El máximo era Galtieri, después estaba Jáuregui, estaba Coco, luego Jorge que era el que más responsabilidad tenía, pero Sebastián era el jefe del grupo. Luego Daniel (Amelong) como segundo”, sostuvo Dri al mencionar a los responsables de los centros clandestinos de detención (CCD) en los que estuvo recluido, según la cadena de mando.
Respecto a la Operación México, Dri señaló que Sebastián era el jefe del operativo y que Daniel, que era el segundo, estaba en tierras aztecas. Luego, relató: “El 1º de enero veo que hay un pizarrón con un diagrama y era para irlo a buscar a Tucho a Mar del Plata”. Entre los que participaron en la detención de Tucho Valenzuela, Dri apuntó a Aldo y al Tordo.
Según el plan de Galtieri, “Tucho iba a ir a México para entregar a la cúpula de Montoneros. Todos estos datos fueron volcados en Recuerdos de la muerte que lo pongo a disposición del tribunal y pido que sea incorporado como parte de mi testimonio”, aseguró Dri, al referirse además al desenlace de la operación, que fue desbaratada por Valenzuela al hacer una conferencia de prensa y contar la maniobra orquestada por el Estado terrorista argentino. “Al hacer la denuncia (Tucho) dio el número de teléfono de la Quinta de Funes”, contó Dri.
Asimismo, declaró que tras el desmantelamiento de ese CCD, realizado luego del fracaso de la Operación México, “la mudanza estuvo a cargo del Tordo”. “Nos formaron en fila y el que conducía el auto era Sergio II. Estaba convencido que era para matarnos”, contó el testigo quien pudo saber con posterioridad que el lugar al que había sido trasladado era la escuela Magnasco de la ciudad de Rosario, ubicada en Zeballos y Ovidio Lagos. “Toniolli (otro de los detenidos, actualmente desaparecido) dijo que estábamos en una escuela. Pero ya se venían las clases y había que irse. Nos volvieron a cargar a todos y nos llevaron a la Intermedia, que después supimos era propiedad de Amelong".
La Intermedia es el casco de un campo que se ubica sobre la actual autopista Rosario-Santa Fe, donde también estuvieron secuestrados los militantes montoneros cautivos, y lugar en el que –según la declaración de uno de los represores– fueron asesinados catorce de los presos políticos.
Dri contó que en la Intermedia habló con María (el alias de la desaparecida Raquel Negro), una detenida que estaba embarazada, que luego fue trasladada al Hospital de Paraná. “Le dije que yo me iba a fugar. Me dijo que no lo haga hasta que vuelva. A los ocho días supimos que había tenido mellizos”, contó el testigo. Luego, Dri fue llevado nuevamente a la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma). “Yo fui el único trasladado. María fue llevada al hospital de Paraná, Tucho Valenzuela se fugó. El resto quedó todo ahí”, relató el testigo.
Dri nombró en su declaración a los 14 militantes que estaban prisioneros en la Quinta de Funes y, en cabeza del acusado Walter Pagano, hizo un alto para aportar un marco histórico al accionar de los represores de la dictadura: "Ellos fueron instrumentos activos y partícipes, pero acá no están los intereses que él defendía, que eran las grandes empresas. Tendrían que estar acá muchos otros acusados, como los miembros de la jerarquía eclesiástica y de empresas, como la Ford. Había un directivo de la Ford que salía con la patota de la Esma a secuestrar compañeros".
Sobre el secuestro de sus dos hijos Fernando (de cinco años) y Vanesa (de siete), Dri recordó que ocurrió el 10 de enero de 1977 en las inmediaciones del Parque Independencia. “Ella se acuerda que la sacaban a patrullar”, añadió. Luego el testigo contó que “la Negra”, su ex compañera, “buscó apoyo a través de su hermano cura” pero nunca se pudo concretar por ese lado. “En Rosario, se llegó a monseñor (Guillermo) Bolatti y sabemos que habló con Galtieri y le dijo que con los niños no se metieran. Entonces el general (Omar) Torrijos (presidente de Panamá) habló directamente con (el dictador Jorge) Videla y a partir de ahí supimos que estaban en la comisaría de menores y logramos que los trajeran a Panamá”, concluyó.