Juicio Díaz Bessone: "Eran unos chicos"
Otros cuatro sobrevivientes del centro clandestino de detenciones que funcionó en el Servicio de Informaciones (SI) de la ex Jefatura de Policía de Rosario durante la última dictadura declararon este martes. Los testigos relataron cómo fueron torturados ante el Tribunal Oral Federal Nº2 de Rosario (TOF2) en el marco del juicio oral de la denominada causa Díaz Bessone. Esther Eva Fernández, Oscar Ramón Bustos, Irma Albelo de Canteloro y José Aloisio relataron ante los jueces el modo en que fueron detenidos y los tormentos que recibieron durante sus estadías en el centro clandestino que funcionó en la céntrica esquina de San Lorenzo y Dorrego. Irma Albelo, una mujer de 82 años que estuvo detenida sólo por ser la madre de dos militantes ‒Gloria y Dalia‒, recordó cómo le impactó la realidad que se encontrón en el centro de exterminio: “Me sorprendió que eran todos muy chicos los que estaban secuestrados, chicos y chicas de 18 años, como mis hijas”.
El testimonio de de Irma Albelo fue muy conmovedor. La mujer, que tenía 48 años cuando fue detenida, indicó que en realidad la detuvieron por proteger a sus hijas y yerno, todos militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios UES.
La sobreviviente, que relató su paso por el SI y su posterior traslado a Devoto, complicó a la actual jueza Laura Cosidoy, a quien ya varios testigos acusaron por su actuación en tiempos de la dictadura, cuando la magistrada era defensora oficial y tuvo que hacer de abogada de los detenidos políticos.
Irma Albelo, en un pasaje de su declaración, rememoró una curiosa conversación con Cosidoy. “Antes de darle la libertad a una de mis hijas, estando en Devoto, me llevan a una oficina donde estaba la doctora Cosidoy que me dice que es mi abogada. Me habla dulcemente, pero siempre diciéndome cómo que sabia todas las cosas que habían pasado. Yo le explicaba que era la madre de mis hijas, que defendía mi familia, y que era peronista de chica, que siempre iba a ser peronista. Pero evidentemente a ella no le gustaba mucho. La vi dos o tres veces”, indicó la señora de Canteloro.
"Me llevaron al Servicio de Informaciones vendada y comenzaron las torturas, el interrogatorio, me preguntaban por mi militancia y sobre compañeros, mientras me torturaban con picana en todo el cuerpo", declaró por su parte Esther Fernández, en otro de los testimonios conmovedores de la jornada.
"Luego empezaron con golpes, fueron dos noches de tortura", agregó la testigo, quien fue detenida en agosto de 1976 luego de asistir a una citación a la Policía de Rosario por el asesinato de la persona con la que vivía, María del Rosario Spetalle.
"En el SI estuve hasta antes de diciembre del 76 que me trasladan a Devoto, donde estuve primero un par de meses y después me regresaron al SI", dijo. "Estuve un día vendada sin tortura, y luego quedé allí un año y medio", agregó.
También declaró ante los jueces que durante su estadía en el centro clandestino "fui testigo no presencial, pero si de oír, cómo quedaban torturados los detenidos, bajaban a bañarlos porque era el único baño, éramos como 70 personas, todas las noches escuchábamos los gritos".
Fernández sostuvo en su relato que por las noches "escuchábamos que los trasladaban (a otros detenidos en el lugar) a la Unidad 5, pero en realidad los mataban".
Recordó a una chica de apellido Minetti "que la conocía de antes" y "a otros dos chicos que sabía quiénes eran, pero no me acuerdo ahora sus nombres", indicó.
"Minetti estaba torturada, masacrada como todos los que estaban arriba. En las sesiones de tortura participaban 4 ó 5 personas, `El Ciego` que era el que dirigía, después lo ví varias veces, cuando estaba abajo me llamaba para interrogarme pero no me torturaba, la tortura era verlo a él", añadió.
"Recuerdo otros apodos como Jorge, El Cura, no puedo ubicarlos en situaciones particulares, porque bajaban cuando estábamos en el Sótano impunemente, eran los torturadores", dijo también Fernández.
En tanto, el testigo José Aloisio dijo que fue detenido "el 14 de septiembre de 1976 en horas de la madrugada" y que "en un primer momento creímos que era un intento de robo a la casa de mis padres".
"Fue gente toda de civil y después se identificaron como de la policía, estaban entre ellos los que después reconozco como Lofiego, Gómez, Archie, una persona de civil disfrazada llamada Carlos Brunatto, a quien reconocí rápidamente porque iba conmigo al colegio, y otro muchacho que también conocía porque militaba conmigo en la UES que se llamaba Tolosa", declaró Aloisio.
El sobreviviente del SI testimonió que al llevárselo lo tiraron "en el piso del vehículo" y escuchó "los gritos de Beatriz Belletti (otra detenida) en el medio del camino, seguimos hasta la Jefatura de Rosario, me suben tomado de los pelos por una escalera, me vendan, me atan con alambre atrás las manos".
En ese momento -declaró- recibió "golpes, picana eléctrica en distintas partes del cuerpo, el tiempo no puedo precisarlo". Dijo que en la tortura "estaba ahí El Ciego Lo Fiego, y otro que participaba era Carlos Brunatto, compañero mío en el secundario".
También reconoció a "el señor Archi (por Scortechini), El Cura (por Marcote), Carlitos Gómez que nos acompañaba al baño". Aloisio dijo ante los jueces que "mientras me torturaban escuché como torturaban a (otro detenido, José) Berra que era compañero mío de la UES", y agregó que "después me llevan con otras personas y pasaban y nos pegaban y no nos teníamos que caer, si no nos llevaban a la tortura".
Dijo que en la distribución de roles de los torturadores "el señor Marcote se hacía el buenito" y que "otra vez en la sala de tortura Lo Fiego me amenazaba con tirarme por la ventana".
El testigo puntualizó que "el 30 de septiembre de 1976 me trasladan a (la cárcel de) Coronda sin paso por la cárcel de Rosario, nos cagaron a trompadas y cuando nos bajaron estábamos sin las vendas y reconozco mucha gente de la UES y de la JUP".
Por su parte, Oscar Bustos recordó que fue privado de su libertad a mediados de septiembre de 1976 y que recibió antes "aproximadamente 10 allanamientos en mi casa", donde lo buscaban a uno de sus hermanos.
Puntualizó que "la persona a cargo (del operativo) era Raúl Guzmán Alfaro", un ex subcomisario ya fallecido. Contó que lo trasladaron a la comisaría 7ª de Rosario donde fue golpeado: "Me empiezan a pegar, toda clase de torturas hasta que me llevan a otro lugar, y un imputado (en referencia al civil Chomicky) me dice que siga hablando, me llevan al SI y me dejan un mes o dos meses en una pieza".
Los testigos reconocieron a sus captores y a quienes los sometieron a tormentos como la picana eléctrica: todos los relatos apuntaron a José Rubén Lo Fiego, alias `El Ciego`, y también identificaron a Mario Marcote, `El Cura`, y a `Archi`, José Carlos Scortechini, además de otros ex policías afectados a la represión ilegal que no son juzgados en esta causa.
También están imputados el ex comandante del Segundo Cuerpo del Ejército durante la dictadura, Ramón Genaro Díaz Bessone, el ex policía Ramón Rito Vergara y el civil Ricardo Miguel Chomicky.
El testimonio de de Irma Albelo fue muy conmovedor. La mujer, que tenía 48 años cuando fue detenida, indicó que en realidad la detuvieron por proteger a sus hijas y yerno, todos militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios UES.
La sobreviviente, que relató su paso por el SI y su posterior traslado a Devoto, complicó a la actual jueza Laura Cosidoy, a quien ya varios testigos acusaron por su actuación en tiempos de la dictadura, cuando la magistrada era defensora oficial y tuvo que hacer de abogada de los detenidos políticos.
Irma Albelo, en un pasaje de su declaración, rememoró una curiosa conversación con Cosidoy. “Antes de darle la libertad a una de mis hijas, estando en Devoto, me llevan a una oficina donde estaba la doctora Cosidoy que me dice que es mi abogada. Me habla dulcemente, pero siempre diciéndome cómo que sabia todas las cosas que habían pasado. Yo le explicaba que era la madre de mis hijas, que defendía mi familia, y que era peronista de chica, que siempre iba a ser peronista. Pero evidentemente a ella no le gustaba mucho. La vi dos o tres veces”, indicó la señora de Canteloro.
"Me llevaron al Servicio de Informaciones vendada y comenzaron las torturas, el interrogatorio, me preguntaban por mi militancia y sobre compañeros, mientras me torturaban con picana en todo el cuerpo", declaró por su parte Esther Fernández, en otro de los testimonios conmovedores de la jornada.
"Luego empezaron con golpes, fueron dos noches de tortura", agregó la testigo, quien fue detenida en agosto de 1976 luego de asistir a una citación a la Policía de Rosario por el asesinato de la persona con la que vivía, María del Rosario Spetalle.
"En el SI estuve hasta antes de diciembre del 76 que me trasladan a Devoto, donde estuve primero un par de meses y después me regresaron al SI", dijo. "Estuve un día vendada sin tortura, y luego quedé allí un año y medio", agregó.
También declaró ante los jueces que durante su estadía en el centro clandestino "fui testigo no presencial, pero si de oír, cómo quedaban torturados los detenidos, bajaban a bañarlos porque era el único baño, éramos como 70 personas, todas las noches escuchábamos los gritos".
Fernández sostuvo en su relato que por las noches "escuchábamos que los trasladaban (a otros detenidos en el lugar) a la Unidad 5, pero en realidad los mataban".
Recordó a una chica de apellido Minetti "que la conocía de antes" y "a otros dos chicos que sabía quiénes eran, pero no me acuerdo ahora sus nombres", indicó.
"Minetti estaba torturada, masacrada como todos los que estaban arriba. En las sesiones de tortura participaban 4 ó 5 personas, `El Ciego` que era el que dirigía, después lo ví varias veces, cuando estaba abajo me llamaba para interrogarme pero no me torturaba, la tortura era verlo a él", añadió.
"Recuerdo otros apodos como Jorge, El Cura, no puedo ubicarlos en situaciones particulares, porque bajaban cuando estábamos en el Sótano impunemente, eran los torturadores", dijo también Fernández.
En tanto, el testigo José Aloisio dijo que fue detenido "el 14 de septiembre de 1976 en horas de la madrugada" y que "en un primer momento creímos que era un intento de robo a la casa de mis padres".
"Fue gente toda de civil y después se identificaron como de la policía, estaban entre ellos los que después reconozco como Lofiego, Gómez, Archie, una persona de civil disfrazada llamada Carlos Brunatto, a quien reconocí rápidamente porque iba conmigo al colegio, y otro muchacho que también conocía porque militaba conmigo en la UES que se llamaba Tolosa", declaró Aloisio.
El sobreviviente del SI testimonió que al llevárselo lo tiraron "en el piso del vehículo" y escuchó "los gritos de Beatriz Belletti (otra detenida) en el medio del camino, seguimos hasta la Jefatura de Rosario, me suben tomado de los pelos por una escalera, me vendan, me atan con alambre atrás las manos".
En ese momento -declaró- recibió "golpes, picana eléctrica en distintas partes del cuerpo, el tiempo no puedo precisarlo". Dijo que en la tortura "estaba ahí El Ciego Lo Fiego, y otro que participaba era Carlos Brunatto, compañero mío en el secundario".
También reconoció a "el señor Archi (por Scortechini), El Cura (por Marcote), Carlitos Gómez que nos acompañaba al baño". Aloisio dijo ante los jueces que "mientras me torturaban escuché como torturaban a (otro detenido, José) Berra que era compañero mío de la UES", y agregó que "después me llevan con otras personas y pasaban y nos pegaban y no nos teníamos que caer, si no nos llevaban a la tortura".
Dijo que en la distribución de roles de los torturadores "el señor Marcote se hacía el buenito" y que "otra vez en la sala de tortura Lo Fiego me amenazaba con tirarme por la ventana".
El testigo puntualizó que "el 30 de septiembre de 1976 me trasladan a (la cárcel de) Coronda sin paso por la cárcel de Rosario, nos cagaron a trompadas y cuando nos bajaron estábamos sin las vendas y reconozco mucha gente de la UES y de la JUP".
Por su parte, Oscar Bustos recordó que fue privado de su libertad a mediados de septiembre de 1976 y que recibió antes "aproximadamente 10 allanamientos en mi casa", donde lo buscaban a uno de sus hermanos.
Puntualizó que "la persona a cargo (del operativo) era Raúl Guzmán Alfaro", un ex subcomisario ya fallecido. Contó que lo trasladaron a la comisaría 7ª de Rosario donde fue golpeado: "Me empiezan a pegar, toda clase de torturas hasta que me llevan a otro lugar, y un imputado (en referencia al civil Chomicky) me dice que siga hablando, me llevan al SI y me dejan un mes o dos meses en una pieza".
Los testigos reconocieron a sus captores y a quienes los sometieron a tormentos como la picana eléctrica: todos los relatos apuntaron a José Rubén Lo Fiego, alias `El Ciego`, y también identificaron a Mario Marcote, `El Cura`, y a `Archi`, José Carlos Scortechini, además de otros ex policías afectados a la represión ilegal que no son juzgados en esta causa.
También están imputados el ex comandante del Segundo Cuerpo del Ejército durante la dictadura, Ramón Genaro Díaz Bessone, el ex policía Ramón Rito Vergara y el civil Ricardo Miguel Chomicky.