Se viene Feced II: Diez represores al banquillo
Este viernes a las 10, en tribunales
federales, comenzará el sexto juicio oral y público contra
represores de la dictadura realizado en Rosario. Será juzgada parte
de la patota que intervino en el centro clandestino de detención que
funcionó en el ex Servicio de Informaciones de la Policía de
Dorrego y San Lorenzo.
“Nast, Lucio Cesar s/ homicidio,
violación y tortura y sus acumuladas”, es la carátula del
expediente que se desprendió en su momento de la mega causa Feced,
que tuvo una primera tanda de condenados en 2012, cuando se sentenció
a prisión perpetua al ex jefe del Segundo Cuerpo del Ejército,
Ramón Genaro Díaz Bessone, al igual que al torturador José Lo
Fiego, quien volverá a estar en el banquillo de los acusados desde
este viernes. En aquella oportunidad también fueron penados con 25
años de cárcel Mario Marcote y con 12 y 10 años Ramón Vergara y
José Scortecchini.
Según un informe sobre la causa
preparado por el equipo jurídico de la organización HIJOS Rosario,
en el proceso se juzgarán graves crímenes de lesa humanidad
cometidos contra cuarenta detenidos políticos, entre los que se
incluyen los delitos de privación ilegal de la libertad, aplicación
de torturas y violaciones, por los que están acusados diez
represores del ex Servicio de Informaciones de la policía (SI).
Además se ventilarán los homicidios de de Conrado Galdame, y los
ciudadanos peruanos Rory Chuang Céspedes y María Antonieta Chuang
Céspedes.
Los represores que juzgarán desde este
viernes son Eduardo Dugour, Ernesto Vallejo, Pedro Travagliente,
Ovidio Marcelo Olazagoitía, Julio Héctor Fermoselle, Ramón Telmo
Alcides Ibarra, Carlos Ulpiano Altamirano (único Imputado De
Homicidio En Este Expediente), Lucio César Nast, José Rubén Lo
Fiego (ya condenado a prisión perpetua) y Ricardo José Torres.
El caso Galdame, la causa en la que
HIJOS estrenó personería jurídica
Conrado Galdame fue secuestrado el 16
de diciembre de 1978 por la patota de Feced y asesinado en el mismo
Servicio de Informaciones donde había sido torturado. El caso se
completó con el montaje de un supuesto enfrentamiento armado, en un
operativo en el que la patota – luego del asesinato a Galdame–,
se dirigió al domicilio de Conrado y asesinó a dos habitantes de la
casa: los hermanos Rory Chuang Céspedes y María Antonieta Chuang
Céspedes (ciudadanos peruanos). El caso Galdame fue parte del juicio
a las Juntas, y fue reabierto después de la derogación de las Leyes
de Impunidad, donde declararon 5 testigos.
“La causa planteó un problema en su
origen para el seguimiento del juicio y por ende en la pelea por el
castigo a los responsables de crímenes de lesa humanidad, y es que
la causa quedó sin querellantes, lo que significa una clara
limitación a la hora de presentar pruebas, exigir pericias y
participar activamente en la causa”, señaló H.I.J.O.S. en un
comunicado de prensa. “La única hermana de Conrado (Alicia
Galdame) quien se había ocupado activamente en la causa, falleció y
a partir de ahí no fue posible dar con algún familiar directo, los
únicos habilitados por el Código Penal para ser querellantes.
“Al no encontrar en su momento un
familiar directo de las víctimas de esta causa, como sí sucede en
otras, fue que en su momento hemos decidido hacer uso de nuestra
personería jurídica y presentarnos como organización para poder
movilizar el expediente” añadieron desde H.I.J.O.S.
Cierre del SI
El hecho denunciado no dejó de tener
consecuencias dentro de las fuerzas represivas. Planteó en su
momento un enfrentamiento entre los integrantes del SI y el Servicio
de Inteligencia del II Cuerpo de Ejército que derivó en la remoción
del “Mudo” Guzmán Alfaro, jefe del Servicio y el comienzo el
desmantelamiento SI, completada a mediados de 1979, antes de la
visita a la Argentina del la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos de la OEA.
VER INFORME FECED II
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