Juicio Feced II: La audiencia comenzó tres horas más tarde por la demora de Lo Fiego
La primera audiencia del nuevo juicio oral y público que juzga a diez integrantes del Servicio de Informaciones de la policía por delitos de lesa humanidad cometidos en Rosario, comenzó este viernes en los tribunales tres horas más tarde, por la demora de uno de los represores acusados, y ante la ausencia de otro imputado.
La audiencia arrancó a la una de la tarde, tres horas después de lo pautado, porque entre otras cosas se demoró en llegar el represor José Rubén Lo Fiego, quien fue trasladado en una ambulancia a los tribunales federales desde el penal de Marcos Paz, donde cumple su condena a cadena perpetua, sentencia dictada en el marco de la causa Díaz Bessone, el primer juicio por los delitos cometidos en el Servicio de Informaciones (SI).
En el banquillo de los acusados estuvieron presentes el mencionado Lo Fiego, y un grupo de los integrantes de la patota que intervino en el centro clandestino de detención que funcionó en el SI; Eduardo Dugour, Ernesto Vallejo, Pedro Travagliente, Ovidio Marcelo Olazagoitía, Julio Héctor Fermoselle, Ramón Telmo Alcides Ibarra, Carlos Ulpiano Altamirano (único imputado de homicidio en este expediente) y Ricardo José Torres.
El expediente que se ventilará en el sexto juicio oral y público contra represores de la dictadura en Rosario, se desprende de la mega causa Feced y en el mismo se juzgan los delitos de secuestro y tortura de 43 detenidos y tres casos por homicidio.
Previo a dar comienzo a la primera audiencia, los jueces del Tribunal Oral Federal 2 de Rosario, Roberto López Arango, María Ivón Vella y Noemí Berros, contestaron a los planteos de Pablo Gonzal Miño, defensor de uno de los represores imputados, Lucio César Nast, nombre que lleva la caratula del expediente, y quien además no se presentó en los tribunales de Oroño, al alegar problemas de salud.
Entre dichos planteos, que incluyeron nulidades y recusaciones, estaba el pedido de postergar el inicio del juicio por no encontrarse presente Nast. El tribunal los rechazó a todos y decidió dar comienzo al juicio postergando la lectura de los requerimientos de ese imputado hasta que se presente ante los magistrados.
En tanto un médico de la Gendarmería realizó un peritaje y comprobó que Nast estaba con vómitos y diarrea, y que debía ser internado y sometido a estudios médicos.
Actividad frente a los tribunales
Afuera de los tribunales federales, cientos de personas se fueron congregando desde las 10 de la mañana en el bulevar. La convocatoria contó con la presencia de organizaciones gremiales, estudiantiles, sociales y de derechos humanos. Allí se habilitó un micrófono abierto en el que hablaron sobrevivientes del SI. También tomaron la palabra representantes de HIJOS, de Familiares de Detenidos, miembros del Colectivo de ex Presos Políticos, y de la Biblioteca Popular C. Vigil.
En la radio abierta, se escucho también la voz de querellantes, testigos y abogados, protagonistas en este nuevo proceso de enjuiciamiento a los represores.
Uno de los integrantes de la agrupación HIJOS, Juan Emilio Basso Feresín, quien recordó que “el terrorismo de Estado y los represores que se juzgan en esta causa fueron la mano de obra del poder económico que pretendió instalar un modelo al servicio de las minorías”, representadas en “las multinacionales y corporaciones, las mismas que hoy pretenden condicionar a esta democracia vaciándole el bolsillo a los trabajadores a través de la especulación de los precios de los productos que forman parte del consumo popular”, concluyó.
Asimismo, durante la actividad de inicio del juicio Feced II, se juntaron firmas para impulsar el juicio político a al juez Carlos Villafuerte Ruzo, denunciado por otorgar un polémico permiso para vacacionar en Mendoza al represor Víctor “Chuly” Rodríguez.
Según indicaron las organizaciones, el magistrado “no sólo se niega a cumplir con las resoluciones de los tribunales superiores y no detiene al represor Víctor “Chuly” Rodríguez, asesino de los compañeros (Osvaldo) Cambiaso y (Eduardo) Pereyra Rossi, sino que le permitió irse de vacaciones para hacer el cruce de los Andes”.