Juicio Guerrieri II: “Lo único que cura las heridas es la victoria”

Los diputados provinciales Alicia Gutiérrez (SI) y Eduardo Toniolli (FpV), madre e hijo, declararon este viernes ante el Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) de Rosario en la causa por delitos de lesa humanidad conocida como Guerrieri II por la desaparición del militante montonero Eduardo José Toniolli, pareja de Alicia y padre de Eduardo.

“No espero nada de estos reos, no voy a pedirles ningún gesto de humanidad a quienes violaron todos los códigos, incluso el mandato sanmartiniano de no levantar las armas contra su pueblo”, dijo Eduardo Toniolli hijo en la parte final de su testimonio.
Refiriéndose a los acusados, 12 militares y personal civil de inteligencia retirados, añadió: “Estos señores fueron el brazo armado de la decisión de una clase social que no dudó a lo largo de la historia en fusilar por la espalda, bombardear una plaza con población civil y robarles los hijos a nuestros compañeros”.
Para Toniolli, diputado del Movimiento Evita y militante de la agrupación HIJOS Rosario, “lo único que cura las heridas es la victoria contra los intereses” económicos que defendieron durante el terrorismo de Estado los acusados en este juicio oral.
“Estoy orgulloso de ser hijo de Eduardo José Toniolli, militante peronista y montonero, pero no porque haya muerto, sino por cómo vivió”, dijo el joven de 36 años.
Y agregó que su padre, secuestrado en Córdoba el 9 de febrero de 1977 cuando tenía 21 años y un mes antes de que él naciera, “siendo hijo de una familia que tenía la posibilidad de darle una profesión, optó por vivir para el otro y militar políticamente en función de las necesidades de los otros”.
Su testimonio fue aplaudido por los presentes en la sala de audiencia del TOF1 de Rosario, integrado para este juicio por los jueces entrerrianos Roberto López Arango, Lilia Carnero y Noemí Berros.
En la causa se ventilan los casos de 27 víctimas del terrorismo de Estado que estuvieron cautivos durante la última dictadura en los centros clandestinos de detención Quinta de Funes; La Calamita; La Intermedia; Escuela Magnasco y el que funcionó en la Fábrica Militar de Armas “Domingo Matheu”.
Los doce acusados, que integraron “la patota” del Batallón de Inteligencia 121 de Rosario, son Pascual Guerrieri; Daniel Amelong; Alberto Fariña; Walter Pagano; Eduardo Costanzo; Marino González; Ariel Porra; Alberto Pelliza; Ariel López; Andrés Cabrera; Carlos Sfulcini y Joaquín Guerrera.
Antes de Eduardo Toniolli declaró su madre, la legisladora Alicia Gutiérrez, quien debió hacerlo en una sala anexa luego de pedir al TOF1 no prestar testimonio en la sala principal por la presencia de un crucifijo que, entiende, “lesiona el derecho al tratamiento igualitario de las personas ante la justicia”.
Gutiérrez brindó detalles del secuestro de su pareja, “El Cabezón” Toniolli, cuando ambos vivían en la ciudad de Córdoba tras dejar Rosario por “las caídas” de varios compañeros de militancia en el peronismo revolucionario.
También recordó que su hermana, Ana María Gutiérrez, fue asesinada en 1976 por la Triple A al igual que una prima suya, y finalmente fue secuestrado su pareja en febrero de 1977.
Dio detalles del paso de Toniolli por el centro clandestino La Perla, de Córdoba, y por la Quinta de Funes, en las afueras de Rosario.
Contó su exilio en Brasil primero y en Francia después junto a su hijo Eduardo y la lucha de sus suegros, Fidel y Matilde Toniolli, en busca de Eduardo.
“Yo quiero destacar la militancia (de los desaparecidos). No eran héroes, de ninguna manera, sencillamente militantes políticos que querían un mundo mejor, una Argentina mejor, y que por suerte sus hijos reivindican y siguen peleando por lo mismo”, dijo.
“Para mi, lo vuelvo a decir, como querellante es un orgullo que los que vienen hoy a declarar sean ellos”, añadió acerca de los hijos de las víctimas del terrorismo de Estado.
“Esto es una pelea que sigue siendo valida, con otros métodos, y quiero que mi hijo y mi nieto vivan en una sociedad mejor”, concluyó Gutiérrez.
En la audiencia de este viernes también declararon Carlos Ignacio Laluf, hijo de los desaparecidos Marta Benassi y Carlos Laluf, y el integrante del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels) Julio César Raffo.

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