Juicio Díaz Bessone: Fecha de sentencia
Tras un año y ocho meses de debate, el Tribunal Oral Federal N°2 (TOF2) de Rosario informó este martes que el próximo 26 de marzo dará a conocer la sentencia en el proceso donde son juzgados los delitos de lesa humanidad cometidos contra 93 víctimas del Servicio de Informaciones (SI) de la policía durante la última dictadura.
El TOF 2, integrado por los jueces Otmar Pauluchi, Beatriz Caballero y Jorge Venegas, escuchó en una nueva audiencia que se concretó en la sede de los Tribunales de calle Oroño, las palabras finales de los acusados del juicio contra un parte de la patota que operó en el Servicio de Informaciones (SI) de la Policía de Rosario, que se sustancia desde el 31 julio de 2010.
Los seis acusados son el ex comandante del Segundo Cuerpo de Ejército, Ramón Genaro Díaz Bessone; los ex-policías, José Rubén el Ciego Lo Fiego, Mario el Cura Marcote, José Carlos Scortechini, Ramón Vergara y el ex-militante montonero, Ricardo Miguel Cady Chomicky, acusado por la querella de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.
"Salvo Vergara y Díaz Bessone, todos fueron hoy escuchados por el tribunal", confirmó el abogado representante de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y de la agrupación HIJOS, Lucas Ciarniello.
"El ex policía de Rosario, Ramón Vergara se abstuvo por propia voluntad de ejercer su derecho a decir sus últimas palabras y en el caso de Díaz Bessone, con prisión domiciliaria y con problemas de salud, el Tribunal informó que se constituirá en ese domicilio en esta semana a los efectos de habilitar una audiencia para que el acusado ejerza su derecho", indicó Ciarniello.
La causa conocida como Díaz Bessone (ex-Feced), juzga por diversos delitos de lesa humanidad que van desde desapariciones, torturas, tormentos, asociación ilícita y homicidios cometidos contra 93 víctimas en el mayor centro clandestino que funcionara en la provincia de Santa Fe por el que se estima que pasaron alrededor de 2.000 personas.
Palabras finales
En sus palabras finales, el reconocido torturador, el Ciego Lofiego ‒que llegó a justificar los tormentos a detenidos políticos en entrevistas periodísticas‒, insistió como lo hizo al inicio del proceso, en la Obediencia Debida y esgrimió el argumento de que “existió un estado de necesidad” con el cual pretendió exculparse de los delitos que cometió en el SI.
Scortechini realizó un breve relato de su vida y sostuvo que él no estuvo en el SI durante los hechos que se juzgaron en el proceso.
El Cura Marcote por su parte, haciendo gala de su cinismo, expresó que “en el diccionario de sinónimos y antónimos encontré que clandestino era secreto, oculto”, para rematar que “los detenidos en el SI saludaban a la gente que pasaba por la calle”.
El que se extendió más tiempo en sus palabras finales fue el Cady Chomicky, quién se mostró sorprendido por el tenor “del alegato de la Liga”.
Chomicky se dedicó a defenderse de los testimonios que lo acusaron de “colaboración” en el SI, hizo eje en que “los documentos oficiales del Estado reconocen mi calidad de víctima y de secuestrado”, y recordó que tiene iniciada una causa por su “secuestro y tormentos” en la que están imputados algunos de los acusados de este juicio “como Lofiego y Marcote”.
“En este juicio nadie me reclamó por la delación hacia ellos. Sólo se demostró mi delación hacia un colaborador periférico como Ramos, que liberaron a la semana”, afirmó el acusado, quien insistió en que está en el banquillo de los acusados por ser “considerado delator”. “Aquí se juzgan delitos de lesa humanidad y a mi me han querido juzgar por mi conducta como militante”, señaló.
Al final de una larga exposición, Chomicky dijo al tribunal esperar “una sentencia clara sobre mi culpabilidad o mi inocencia”. “Quiero que digan por qué delitos soy culpable en base a qué prueba, o que no encontraron prueba y soy inocente”, concluyó.
Una vez concluidas las palabras finales de los imputados, desde el tribunal informaron que luego se dará a conocer cuando se harán efectivas las palabras finales de Díaz Bessone ‒quien sigue el juicio por teleconferencia desde su casa‒. El viernes pasado, los jueces indicaron que de querer ejercer ese derechos, el ex jefe del Segundo Cuerpo de Ejército, lo hará en su casa y ante la presencia de los magistrados, su defensor y el fiscal.
Antes de dar por terminada la audiencia, el presidente del TOF, Otmar Paulucci, anunció que el 26 de marzo a las 12 del mediodía se leerá el veredicto del juicio.
Pedidos de pena
Durante sus alegatos, las partes querellantes y la fiscalía, coincidieron en solicitar cárcel perpetua para Díaz Bessone y para Rubén Lofiego y 25 años de prisión para los ex-policías Marcote, Scortechini y Vergara.
Con respecto al civil acusado de complicidad, Ricardo Chomicky, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre solicitó la pena de 25 años de prisión, mientras que el fiscal Gonzalo Stara, pidió su absolución. Por su parte, las querellas de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación e HIJOS, no incluyeron a Chomicky en sus pedidos de pena.
El TOF 2, integrado por los jueces Otmar Pauluchi, Beatriz Caballero y Jorge Venegas, escuchó en una nueva audiencia que se concretó en la sede de los Tribunales de calle Oroño, las palabras finales de los acusados del juicio contra un parte de la patota que operó en el Servicio de Informaciones (SI) de la Policía de Rosario, que se sustancia desde el 31 julio de 2010.
Los seis acusados son el ex comandante del Segundo Cuerpo de Ejército, Ramón Genaro Díaz Bessone; los ex-policías, José Rubén el Ciego Lo Fiego, Mario el Cura Marcote, José Carlos Scortechini, Ramón Vergara y el ex-militante montonero, Ricardo Miguel Cady Chomicky, acusado por la querella de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.
"Salvo Vergara y Díaz Bessone, todos fueron hoy escuchados por el tribunal", confirmó el abogado representante de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y de la agrupación HIJOS, Lucas Ciarniello.
"El ex policía de Rosario, Ramón Vergara se abstuvo por propia voluntad de ejercer su derecho a decir sus últimas palabras y en el caso de Díaz Bessone, con prisión domiciliaria y con problemas de salud, el Tribunal informó que se constituirá en ese domicilio en esta semana a los efectos de habilitar una audiencia para que el acusado ejerza su derecho", indicó Ciarniello.
La causa conocida como Díaz Bessone (ex-Feced), juzga por diversos delitos de lesa humanidad que van desde desapariciones, torturas, tormentos, asociación ilícita y homicidios cometidos contra 93 víctimas en el mayor centro clandestino que funcionara en la provincia de Santa Fe por el que se estima que pasaron alrededor de 2.000 personas.
Palabras finales
En sus palabras finales, el reconocido torturador, el Ciego Lofiego ‒que llegó a justificar los tormentos a detenidos políticos en entrevistas periodísticas‒, insistió como lo hizo al inicio del proceso, en la Obediencia Debida y esgrimió el argumento de que “existió un estado de necesidad” con el cual pretendió exculparse de los delitos que cometió en el SI.
Scortechini realizó un breve relato de su vida y sostuvo que él no estuvo en el SI durante los hechos que se juzgaron en el proceso.
El Cura Marcote por su parte, haciendo gala de su cinismo, expresó que “en el diccionario de sinónimos y antónimos encontré que clandestino era secreto, oculto”, para rematar que “los detenidos en el SI saludaban a la gente que pasaba por la calle”.
El que se extendió más tiempo en sus palabras finales fue el Cady Chomicky, quién se mostró sorprendido por el tenor “del alegato de la Liga”.
Chomicky se dedicó a defenderse de los testimonios que lo acusaron de “colaboración” en el SI, hizo eje en que “los documentos oficiales del Estado reconocen mi calidad de víctima y de secuestrado”, y recordó que tiene iniciada una causa por su “secuestro y tormentos” en la que están imputados algunos de los acusados de este juicio “como Lofiego y Marcote”.
“En este juicio nadie me reclamó por la delación hacia ellos. Sólo se demostró mi delación hacia un colaborador periférico como Ramos, que liberaron a la semana”, afirmó el acusado, quien insistió en que está en el banquillo de los acusados por ser “considerado delator”. “Aquí se juzgan delitos de lesa humanidad y a mi me han querido juzgar por mi conducta como militante”, señaló.
Al final de una larga exposición, Chomicky dijo al tribunal esperar “una sentencia clara sobre mi culpabilidad o mi inocencia”. “Quiero que digan por qué delitos soy culpable en base a qué prueba, o que no encontraron prueba y soy inocente”, concluyó.
Una vez concluidas las palabras finales de los imputados, desde el tribunal informaron que luego se dará a conocer cuando se harán efectivas las palabras finales de Díaz Bessone ‒quien sigue el juicio por teleconferencia desde su casa‒. El viernes pasado, los jueces indicaron que de querer ejercer ese derechos, el ex jefe del Segundo Cuerpo de Ejército, lo hará en su casa y ante la presencia de los magistrados, su defensor y el fiscal.
Antes de dar por terminada la audiencia, el presidente del TOF, Otmar Paulucci, anunció que el 26 de marzo a las 12 del mediodía se leerá el veredicto del juicio.
Pedidos de pena
Durante sus alegatos, las partes querellantes y la fiscalía, coincidieron en solicitar cárcel perpetua para Díaz Bessone y para Rubén Lofiego y 25 años de prisión para los ex-policías Marcote, Scortechini y Vergara.
Con respecto al civil acusado de complicidad, Ricardo Chomicky, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre solicitó la pena de 25 años de prisión, mientras que el fiscal Gonzalo Stara, pidió su absolución. Por su parte, las querellas de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación e HIJOS, no incluyeron a Chomicky en sus pedidos de pena.